Circular seguro: la seguridad activa en los vehículos va a más

La seguridad al volante empieza por uno mismo. Respetar las normas de circulación al conducir y actuar con prudencia al volante contribuyen definitivamente a una mayor seguridad en carretera para nosotros y para quienes nos acompañan. Sin embargo, los despistes suceden y las imprudencias pueden aparecer en el momento que menos esperamos. Por eso es necesario contar con recursos que contrarresten esos riesgos.

Los seguros de coche, como los que puedes encontrar en Turboseguros.com, contribuyen a tranquilizar a los asegurados ante posibles incidentes, pero la prevención real de accidentes de tráfico está en nuestras manos y en los dispositivos de seguridad activa de nuestro vehículo.

La seguridad activa de un coche la conforman una serie de elementos del automóvil que ayudan al conductor a reducir el riesgo de accidentes. En la evolución reciente del automóvil los aspectos de seguridad activa han adquirido un papel determinante en el diseño de los coches, incorporando innovadores sistemas capaces incluso de corregir al conductor.

No obstante, las primeras mejoras se aplicaron a la mecánica de los coches: sistemas de suspensión, frenos, neumáticos, diseños que aportan una mayor estabilidad al conducir… son algunas de las innovaciones que se generalizaron entre los utilitarios conforme la seguridad de los coches resultaba una parte cada vez más importante a la hora de elegir el modelo de coche.

La irrupción de la electrónica en el diseño de vehiculos a finales del pasado siglo abrió una nueva puerta al desarrollo de sistemas de seguridad activa. Hoy, industria automovilística sigue evolucionando en la mejora de dispositivos electrónicos que favorecen la conducción y evitan accidentes.

Es cierto que nos parecen muy lejanos esos anuncios en los que se destacaba el sistema ABS, el sistema antibloqueo de frenos, en los modelos más comerciales, pero sorprende que no haya sido hasta el año 2004 cuando se hizo obligatorio en los coches nuevos fabricados en Europa. Antes, este dispositivo pensado para que las ruedas no se bloqueen durante una frenada a fondo y permitan la maniobrabilidad del coche, era considerado un extra, un lujo que daba categoría al vehículo.

Es mucho más reciente la obligada instalación del sistema EPS. El EPS es un dispositivo de control de estabilidad que facilita que el vehículo no pierda la trayectoria en determinadas circunstancias. Fue en 2011 cuando se hizo obligatorio en todos los coches nuevos.

Hacia la automatización total de la conducción

La seguridad activa de los vehículos actuales sigue avanzando y ahora busca no sólo corregir las limitaciones de la mecánica, sino que tiende cada vez más a subsanar errores del conductor y apoyarle en maniobras más difíciles. Ya podemos encontar en muchos modelos sistemas de frenado automático que evitan el choque con otros vehículos en carretera o asistentes de mantenimiento de carril que detectan si nuestro coche pisa una línea de la carretera y nos avisan de alguna manera o directamente corrigen la dirección del volante.

Hay modelos que venden su "habilidad" para aparcar solos, sin ayuda del conductor, y otros muchos que cuentan con visores que facilitan la visión desde ángulos muertos que no vemos desde el retrovisor. O dispositivos que advierten mediante sonido la presencia de obstáculos que resultan invisibles para el conductor, como pequeños bolardos, durante maniobras de aparcamiento, por ejemplo.

La seguridad activa va camino de evolucionar hacia la automatización total de la conducción. Buscando la seguridad, serán ordenadores, sensores y tecnología gps los que nos guiarán por las carreteras sobre coches sin volante. No se trata de ciencia ficción, esa tecnología ya está aquí. De hecho, Google ya tiene un prototipo compacto, eléctrico y sin volante ni pedales, que se mueve gracias a la tecnología del gigante de Internet. Todo, con la vista puesta en hacer más fácil y seguro trasladarse por carretera.

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Imagen: HLV (CC BY-SA 3.0) via Wikimedia Commons