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Los Seguros de Hogar tienen la peculiaridad de que nos ahorran tiempo y dinero cada vez que se produce un siniestro en casa. El pago de la prima hace que nuestra póliza active los servicios y garantías que tenemos contratados, en el momento en el que se produce un incidente doméstico o un serio accidente que puede poner en peligro la vivienda y a los que viven en ella. La póliza del hogar no deja de ser un mecanismo de prevención que en la mayoría de las casas no es obligatorio contratar, pero que, a la larga, resulta conveniente.
Con la energía que calienta nuestros hogares ocurre algo parecido. Aquí, más que prevenir los fríos del invierno (que todos sabemos que van a llegar, como en estos días), se trata de evitar los sustos que nos pueden deparar los recibos de la factura de la luz o el gas cada mes. Sin embargo, hay forma de conseguir que nuestro hogar, a pesar de estar seguro bajo la protección de una póliza, no sea un coladero de euros que se nos van en el consumo de la calefacción o los calefactores.
Ahorrar en el consumo energético de la casa es una opción interesante y posible. Ten en cuenta que el 70% de las facturas anuales de las familias se destina al pago de estas facturas. Sólo requiere de una mayor concienciación sobre la necesidad de hacer más sostenible nuestras casas y la fuerza de voluntad suficiente para poner en práctica una serie de hábitos que nos permitirán reducir esa factura energética, sobre todo en los meses del invierno.
Hoy que el frío es noticia, seguro que la calefacción de la casa está funcionando a pleno rendimiento para mantener el calor en la vivienda. Es normal que en días tan fríos gastemos más en calentar la casa, pero eso no significa que tengamos que derrochar. Basta utilizar con cabeza la calefacción y tomar algunas saludables medidas domésticas de ahorro para conseguir que nuestra casa esté calentita y ahorremos dinero y energía al mismo tiempo.
¿Qué podemos hacer para que la factura de la calefacción no se dispare? Hay varias prácticas que nos pueden venir muy bien para sacarle el máximo rendimiento a los radiadores de la casa y rebajar un poco el gasto de nuestra calefacción. Desde las más básicas recomendaciones de mantenimiento a sencillos consejos para aprovechar mejor el funcionamiento de los radiadores y evitar pérdidas de calor, todo suma cuando queremos asegurarnos de gastar sólo lo necesario para mantener la casa confortable, sin tirar el dinero. Estas son algunas recomendaciones:
Es un consejo de lo más básico, pero también uno de los errores más comunes en el uso de nuestra instalación de calor. Cuando los radiadores no se purgan adecuadamente, el agua caliente no circula como es debido por su circuito.
De esta forma, el calor no se reparte de forma uniforme y eso nos obliga a subir el termostato de la caldera para alcanzar una temperatura confortable. Purgar los radiadores al comienzo de la temporada de invierno es una práctica que nos ayudará a sacar el mejor rendimiento de nuestra instalación y reducir el consumo.
Puede que tu casa necesite tener todas las habitaciones calientes y confortables, en cuyo caso no debes tocar los radiadores. Pero si hay habitaciones que no se usan, ¿para qué gastar dinero en calentarlas? Es conveniente cerrar los radiadores de las estancias que no se utilizan normalmente y tener la precaución de mantener estas habitaciones con la puerta cerrada. De esta forma, conseguirás un ahorro significativo en el consumo energético.
Es muy habitual utilizar los radiadores para secar la ropa o las sábanas mojadas. Seguramente hay razones que pueden explicar las prisas por secar esta ropa, pero quizás esa manera de hacerlo no sea la más económica. Al tapar los radiadores, estamos impidiendo que el calor llegue bien a todos los puntos de la casa y aumentamos el consumo de energía.
También encontramos muchas viviendas que tienen los radiadores alojados en nichos cubiertos o metidos dentro de un mueble. Ambos puede resultar muy estético, pero tumban la eficacia de la calefacción. Si no puedes evitarlo, al menos deja abiertas las puertas de ese mueble para que se note más el calor del radiador en la vivienda.
Mucha gente tiene la mala costumbre de encender la calefacción a ratos y poner el termostato a temperaturas tropicales. Se trata de un caro error. Está demostrado que la temperatura de confort en una vivienda en invierno ronda los 20º C durante las horas en las que la familia desarrolla su actividad. Cuando llega la noche, esta temperatura baja a los 16º C. Cada vez que subimos en un grado en el termostato, aumenta el consumo energético y el gasto en calefacción se eleva alrededor de un 7%.
Lo recomendable es tener un termostato que mantenga la temperatura estable en la vivienda durante más horas, para que la calefacción funcione a un ritmo moderado, sin el sobreesfuerzo que supone para la caldera recuperar la temperatura deseada. Este método te permitirá ahorrar mucho dinero cada mes.
De igual manera, no tiene sentido que tengamos puesta la calefacción durante todo el fin de semana si no estamos en casa. Si contamos con un programador en el termostato, podemos controlar la temperatura durante las horas que no estamos y programar el encendido de la calefacción con tiempo suficiente para que al volver nos encontremos la vivienda ya atemperada.
Es un consejo bastante sencillo, pero que al que muy pocas personas prestan atención. Si mantenemos las estancias de la casa cerradas, es más fácil que el calor se concentre en las zonas donde más nos interesa. De esa forma, podemos alcanzar la temperatura de confort mucho antes y ahorrar en el consumo de la caldera. De lo contrario, el calor se puede escapar a zonas de la vivienda como los pasillos, donde no nos interesa tanto.
De igual forma, es importante tener cuidado y evitar las pérdidas de calor más habituales manteniendo bien cerradas las ventanas y cuidando de no dejar abierta las puertas al exterior. Cuando llega el momento de airear la casa, bastan 10 minutos con las ventanas abiertas para que se renueve el aire de una habitación. Más tiempo, es más dinero que se escapa por la ventana.
Si tienes mala cabeza, tu proveedor te lo recordará: hay que revisar la caldera, cueste lo que cueste. Son revisiones que garantizan que el funcionamiento de la caldera es seguro y previenen peligrosos escapes de gas. Además, estas revisiones pueden detectar pequeños problemas que suelen degenerar en costosas averías y sirven para optimizar las prestaciones de la caldera, con el objetivo de mejorar su rendimiento, gastando menos.
El Seguro de Hogar puede ayudarte a ahorrar en la factura de la casa, facilitándote diversos servicios y con coberturas que te pueden ayudar a resolver muchas incidencias domésticas. Incluso hay Seguros de Hogar cuyas coberturas pueden incluir la reparación de una avería en la caldera. Sin embargo, para ahorrar en el Seguro de la casa tenemos que comparar su precio antes y fijarnos en las coberturas que ofrecen las diferentes aseguradoras.
Nuestro comparador de seguros online es muy útil en ese sentido, ya que nos ayuda a encontrar un Seguro de Hogar barato y con las garantías que necesitamos de una forma fácil. Tras rellenar unos datos, comparamos las mejores ofertas de Seguros de las compañías líderes del sector y conseguimos la póliza que necesitas, al mejor precio.
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